Comienza el curso escolar y entre los libros, las mochilas y los cuadernos, también hay unos bichitos que suelen colarse en las aulas: los piojos. Técnicamente denominada pediculosis o pediculus humanis capitis, la infestación del cuero cabelludo con piojos y liendres suele traer a los padres de cabeza, nunca mejor dicho.
Afecta sobre todo en la etapa de los 3 a los 12 años y las niñas se infestan con mayor frecuencia que los niños.
Falsos mitos y verdadesHay que dejar claro algunos falsos mitos en relación a estos insectos, como que se generan por falta de higiene en el pelo o que vuelan de cabeza en cabeza. No es verdad.
Sin embargo, lo que si es cierto es que el contagio es relativamente sencillo: basta con compartir almohadas, cojines, gorras, peines u otros elementos para el pelo o mantener en contacto directo una cabeza con piojos y otra sin ellos durante un tiempo, ya que los “bichitos” acabarán pasando de una a otra.
Dado que resulta difícil que los niños respeten estas normas, es esencial que comuniquemos al centro escolar cuanto antes la aparición de la pediculosis para que el resto de padres tome las medidas de prevención y tratamiento necesarias. De esta forma la infestación quedará controlada mucho antes.
Examinar el peloTanto si observamos que los niños se rascan la cabeza con frecuencia como si recibimos una nota del colegio informando de la aparición de piojos en el aula, lo primero es examinar el pelo y el cuero cabelludo con detenimiento para detectar la presencia de piojos o liendres. Mientras que los piojos pueden estar en cualquier parte de la cabeza, las liendres suelen ubicarse preferentemente en el cabello de la nuca y de detrás de las orejas, por lo que deben ser los primeros sitios a examinar.
La revisión hay que hacerla tanto en el niño como con el entorno más próximo, como compañeros o hermanos, para descartar el contagio o actuar si ya se ha producido.
No es recomendable aplicar productos para la erradicación de piojos de forma preventiva y solo habrá que tratar con lociones específicas si ya hay infestación. Existen, sin embargo, algunas colonias repelentes que pueden dificultar el contagio.
Loción y peine
El tratamiento pediculicida normalmente se compone de: